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Ruinas Romanas en Argelia

Argelia es uno de los países que posee el número más grande de huellas la invasión romana en su territorio. Esta huella, a pesar del paso del tiempo, permanece como un testimonio viviente que representa 5 siglos de historia.

Una historia que se inició en el año 46 después de Jesucristo y que duró hasta el año 430 de nuestra era, registrando así durante estos siglos la construcción y la ocupación de cerca de 500 ciudades, tanto en el litoral como en los altas planicies.

Una mirada rápida en el mapa representando el país en esta época nos permite apreciar la inmensidad del legado arqueológico romano dejado en Argelia y que se extiende de extremo oeste a extremo este del país. A título indicativo de la densidad de la floración de las ciudades romanas en Argelia, se puede citar algunas que son, en la actualidad, grandes ciudades en Argelia:

Tlemcen: Pomaria

Oran: Portus Divini

Mascara: Tasaccora

Relizane: Mina

Tiaret: Tingartia

Chlef: Castellum Tingitanum

Medea: Tambadia

Tipaza: Tipaza

Alger: Icosium

Bejaïa: Saldae

Sétif: Setifis

Jijel: Igilgili

Mila: Milev

Constantine:Cirta

Skikda: Risicadae

Guelma: Calama

Annaba: Hippo Regius

Khenchela: Mascula

Tebessa: Theveste

Es necesario, sin embargo decir que algunos de los parajes fueron destruidos tras las invasiones sucesivas que se sucedieron en Argelia.

La presencia romana en Argelia se inició en un lugar llamado IOL, más tarde se denominó CAESARAE que fue la capital de Mauritania bajo el reino de Juba II, como homenaje al emperador romano Julio Cesar.

Tras tomar posesión de las ciudades construidas por los predecesores invasores, los fenicios se apoderaron de los puertos y las ciudades costeras. Los romanos, por su parte, empezaron a construir las nuevas ciudades en el litoral como Igilgili, Saldae, Rusguniae, Cartena. Se infiltraron después hasta las altas planicies interiores del país dónde se han construido nuevas ciudades como: Setifis, Cuicul, Thamougadi, Lambaisis.

También llegaron hasta las regiones Este del país como: Hippo-Regius, Calama, Tagast, Madoros, Thevest.

Así pues, de la costa mediterránea hasta los confines del Aures, Argelia recela tesoros arqueológicos romanos dándole así un carácter urbanístico a la presencia romana en Argelia.

Estas ciudades que testifican del genio de los constructores de la época, aunque haya utilizado material local, copiaron modelos de la ciudad romana en todo lo que constituye especifidades arquitecturales.

Con una división regular, tiene dos calles principales que se entrecortan en ángulo derecho. Las otras calles son paralelas. Cerca de la glorieta central, el foro es una plaza cerrada e aislada, cerca de ella se encuentra una basílica judicial. La plaza decorada de estatuas es el centro político.

Otros conjuntos arquitecturales situados en la periferia de la ciudad participan en el bien estar y en la vida pública del ciudadano, tales como el anfiteatro, el circo o los templos, los mercados y los termales, sin olvidar el acueducto que alimentaba la ciudad de una agua traída de lejos.

TIPAZA

Ciudad de fenicios primero, luego colonia romana en el siglo I, Tipaza lleva hoy el nombre que se le dio hace 19 siglos.

Situada a 70 kms al oeste de Argel, Tipaza posee numerosos parajes y monumentos romanos que se extienden en el litoral, constituyendo así un parque arqueológico lleno de templos, foros, ninfas, termas, basílica y teatro en un paraje admirablemente preservado.

Tipaza abriga también un paraje muy celebre, denominado “La Tumba de la Cristiana” o la “Tumba Real Mauritana”. Edificio circular de 63 metros de diámetro y 40 metros de altura, abrigaría la sepultura de una familia mora.

Según los historiadores, las investigaciones arqueológicas se iniciaron en el paraje al final del siglo IXX, exactamente en 1895, y un gran número de vestigios fueron descubiertos entre 1914 y 1916, la basílica, el capitolio y el foro.

Entre estos importantes vestigios, cuatro grandes termas, un templo, un teatro, un anfiteatro, un ninfa, un edificio cristiano, además de murallas de numerosas casas.

IOL CAESARE

La actual ciudad de Cherchell, situada a 100 kms de la capital Argel, llamada antiguamente IOLCaesarea, Capital de Juba II, Gran centro cultural de la Mauritania CESAREA constituye uno de los más importantes parajes arqueológicos de la época romana en Argelia.

La ciudad ha sido denominada así por Juba II, en homenaje al Emperador romano Cesar. Tiene dos museos, un antiguo y uno nuevo que cobijan preciosas esculturas de mármol de esta época.

Los vestigios que subsisten hasta la fecha, en esta ciudad son: Los grandes termales del Oeste y del Este, el Teatro, el Anfiteatro, el Acueducto, la Explanada de la Plaza Romana, además de fragmentos de arquitectura que dominan el puerto y el mar.

Los tesoros de esta gran época están conservados y restaurados con cuidado en los museos de Cherchell, como herencia a las generaciones futuras como testimonio de una gran civilización que quedará impregnada en la ciudad moderna.

HIPPO REGIUS

Antes de ser una colonia romana bajo los antoninos, Hippo Regius, hoy Annaba fue una colonia cartaginesa luego un municipio romano bajo Augusto.

En la época romana, Hippo Regius cubría una superficie de 60 hectáreas. Se cultivaba el trigo, el olivar, los árboles frutales etc.. Pero lo que la hacía más rica, era su vino y el trigo que se exportaban desde el puerto.

La actividad de explotación del mármol fue también muy extendida. Las excavaciones arqueológicas en esta región se encontraron con grandes riquezas como :

El Foro (se dice que es el más antiguo en la región del Magreb)

El Teatro,

Las Termales

Un gran número de Villas decoradas de mosaicos.

Lo más importante que hay retener, además de sus vestigios, es la espiritualidad que la caracterizó en esta época, que daba cobijo en aquel entonces una de las figuras más grandes del pensamiento cristiano “San Agustín”.

Este ilustre personaje de paz y de tolerancia, vio como su destino estaba ligando a su ciudad de adopción que, cuando cayó, él murió. Atacada por los Vándalos, la ciudad quedó vencida en el año 430, y destruida. Todavía hoy, esta bella ciudad sigue siendo un punto de encuentro de los turistas sobre todo los espirituales y religiosos, que admiran y se recogen ante la basílica que lleva el nombre de San Agustín.

SOUK AHRAS

M’Daourouche o Madaros es una ciudad romana que se puede admirar. Se encuentra a 45km al sur de Souk Ahras, Thagaste (Argelia). Madaros ha sido construida en el año 75 a.J.C. bajo el reino del Emperador romano Vespassien. Era en un principio, una sencilla ciudad de veteranos pero a lo largo del tiempo y de los siglos, la ciudad pequeña se transformó en un lugar de luz intelectual en toda Africa del norte gracias a su universidad y sus escuelas que fueron las más celebres.

Madauros fue la ciudad natal de Apulea “el gran hombre de Madaure”. Apulea fue el Maestro de la literatura africana tan profana como sagrada. San Agustín en persona cursó sus estudios primarios en esta ciudad.

Madauros no era sólo un centro intelectual, era también el santuario de aceiteros que crearon un comercio floreciente del aceite. Es por ello también que “Mercuro” Dios de la Palestra y de los negocios fue honrado en la ciudad.

Sin embargo, la prosperidad de Madauros acabó, tras la invasión de los Bizantinos que modificaron el tejido urbano de la ciudad. La edificación de la fortaleza bizantina de Salomón en el corazón mismo de la plaza pública en el año 534 dio pie al derrumbamiento de un gran número de edificios como el foro, la basílica, los templos y el precioso teatro en mármol blanco…

TIGZIRT

Tigzirt, de su antiguo nombre Iomnium es una ciudad tranquila del Mediterráneo, ubicada a 130km de la capital.

Como la gran mayoría de las ciudades romanas del litoral argelino, Iomnium era un lugar fenicio creado para consagrarse a la actividad comercial dónde pululaban los fenicios en el Mediterráneo ejerciendo el trueque.

A su llegada, los romanos volvieron a bautizar, como siempre, la ciudad y le dieron el nombre de Tigzirt que hasta la fecha sigue siendo su nombre.

La ciudad se desarrolló y se convirtió en municipio, prosperó bajo los Antoninos luego bajo los severos. En Tigzirt, podemos todavía admirar lo que queda de la ciudad antigua: los vestigios de un templo del siglo III, dedicado al genio de la colonia de Rusucurru (Dellys), y la basílica de los siglos V y VI.

Las excavaciones revelaron que esta basílica fue ostentosamente decorada de mosaicos y de columnas dobles, como la mayoría de los edificios de la ciudad dónde se podía adivinar la opulencia de sus habitantes.

DJEMILA

Djemila o Cuicul, esa flor del patrimonio nacional es de hecho una magnífica ciudad romana implantada a 50km de Sétif (Sitifis).

La calma y la serenidad invitan a un emocionante viaje a esa ciudad antigua fundada por el emperador Nerva Trajan para sus veteranos a finales del siglo I, entre 96 y 98 d. J.C.

Djemila significa también bella. Calificativo ampliamente merecido. Se encuentra en medio de impresionantes colinas y da la impresión que surge como por encantamiento de un pasado dónde la civilización romana se arraigó para bautizar la ciudad Cuicul.

Ese nombre sólo sería la latinización de otro de origen beréber. Cuicul era, como muchas otras ciudades romanas, una ciudad militar que, a lo largo del tiempo, se convierte en una prestigiosa ciudad de ocio, sobre todo en el siglo II, ya que es en esa época cuando esa ciudad sale del primitivismo.

Bajo los severos, se destruye la muralla, se crean barrios, calles y la superficie urbana se agranda considerablemente.

En los siglos IV y V se dibujó la topografía cristiana con la edificación de una nueva basílica dónde se reunían los cristianos, y con unos edificios reservados a los alojamientos de los clérigos.

Djemila prosperó como lo demuestra el arte con el que se erigió la ciudad a pesar de lo poco favorable que es el suelo para la edificación de una ciudad.

Cuicul sigue siendo una lección de adaptación arquitectural y habilidad.

Es una joya urbanística con un pasado favorecedor y de una belleza excepcional.

Djemila es acunada por la luz intensa del sol que vela por la ciudad desde siglos. Este mismo sol conoce todo sobre su pasado, su historia, sus buenos momentos y sus peores días.


MEDEA

Medea ha pasado por muchas apelaciones, en función de las civilizaciones que se han sucedido en la región. Algunos dicen que el nombre de Medea viene de Lemdouna, nombre de una tribu beréber y al nativo se le llama El Medi o El Madani, en recuerdo a la fabricación de cuchillos llamados El Mada que era el oficia de los habitantes de la región.

Otros dicen que es un nombre de origen romano: Lembdia, Reina romana que reinó sobre la ciudad al principio de la era cristiana. Cogió el nombre de Medias o Amdekes ya que se encontraba a mitad de camino entre dos ciudades romanas: Thamaramusa (Berrouaghia) y Sufsar (Amoura).

Sea lo que sea, antes de la denominación romana, Medea formaba parte del Reino de Numidia bajo la comandancia de los beréberes, dirigidas por Takfarinas que eran contrarios a la presencia romana. Takfarinas condujo grandes revueltas contra los romanos, sobre todo en la región de Berrouaghia lo que no evitará que Medea cayera en manos romanas a finales del siglo I de la era cristiana y que se le diera el nombre de Admedias bajo el reino de Sibtem Sfar.

De acuerdo a la política militar romana, Medea como la mayor parte de las regiones conquistadas por Roma, se convirtió primero en un importante centro militar y sirvió como lugar de residencia a la comunidad romana, y se convertirá en una ciudad romana a semejanza de todas las demás ciudades de la Mauritania cesárea.

En sus alrededores inmediatos, muchas ciudades fueron edificadas como Auzia (Sour El Ghozlane) que Septemus Souasius levantó en colonias para facilitar la entrada al sur y al oeste.

La mayoría de las ciudades construidas alrededor de Medea eran como guaridas de vigilancia o murallas para esa ciudad, que estuvo rodeada de una imponente muralla defensiva con el fin de rechazar cualquier peligro exterior o cualquier ataque de los Guitois sahraouis en las fronteras del imperio romano. Sin embargo, la presencia romana en Medea así como en todo el norte de Africa se tambaleó con la invasión vándala bajo el mando de Genséric en 409 d. J.C.

Los romanos fueron echados de la ciudad que volvió a ser independiente gracias a sus nuevos dirigentes beréberes como Boukmina que apoyó Genseric tanto para protegerse de su tiranía como para mantener sus intereses. Esta alianza no durará mucho por la revuelta de los beréberes llevada a cabo por Antalas. Esta situación duró hasta la llegada de los Bizantinos a finales de siglo IV d. J.C. Los bizantinos tomaron el poder y ocuparon la ciudad hasta el año 650 d. J.C., fecha en la que empezó la conquista musulmana en el Magreb.

TIMGAD

Timgad o la colonia Marciana Trajana Thamugadi es una de las ciudades romanas más celebres de Argelia. Describirla es describir al mismo tiempo todas esas ciudades que florecían bajo el imperio romano.

Esta prestigiosa ciudad de las Montañas ha atravesado el tiempo para enseñarnos su belleza y su majestuosidad. Fue creada a imagen de Roma bajo las órdenes del emperador Nerva Trajan en el año 100 d. J.C. Su construcción fue obra de la 3ª Legión Augusta, que construyo el campo militar de Lambaisis. En el plano geométrico, Thamugadi recuerda el poder y la grandeza de Roma. La arquitectura puramente funcional y el urbanismo bien ordenado de la ciudad llevan la marca del ejército romano. Se levantaron todos los monumentos necesarios para crear la ciudad romana.

Es en la ciudad Numidia que se respeta en todo su rigor, el ritual arquitectural que Roma exportaba entonces para crear sus nuevas colonias.

Toda la ciudad de Timgad ofrece la imagen de una inmensa moldura dónde las diferentes casetas son casas y monumentos perfectamente estructurados a lo largo de dos de las grandes vías que se cruzan en cruz cortando así la ciudad en cuatro.

La ciudad formaba parte de una red de implantaciones militares cuya misión era vigilar y frenar a los beréberes de las montañas que se oponían a la presencia de Roma. Thamugadi fue un punto estratégico y un albergue importante en la gran vía que conduce a Lambaisis (Lambèse) desde Theveste (Tebessa).

A finales del siglo V, los beréberes de las montañas toman la ciudad y destruyen las murallas defensivas. Sin embargo, la ciudad no desaparece porque los bizantinos construyen una fortaleza en la época de Justiniano y una capilla en el siglo VII.

TIDDIS

Tiddis, Ksantina el Kadima eran Castellum Tidditanorum, situada a 30 km de Constantina. Y como la antigua Cirta, está erigida sobre un pedestal rocoso convirtiéndola en una fortaleza imposible de coger. Esta ciudad formaba parte de una capilla de pueblos fortificados que dependían de Cirta.

Si al principio de la ocupación romana, la república Castelli Tidditanorum era un campo militar, el cuartel se transformó en seguida en una encantadora ciudad que padecerá muchas modificaciones arquitecturales. El urbanismo romano en Tiddis era obras de arte virtuosas para no decir excepcionales. Cualquier obstáculo encontró una solución adaptada.

Así pues, Tiddis a pesar de su rudeza es una lección del pasado. Gracias a su sólida montaña roja, ha desafiado el tiempo para contarnos la historia de las civilizaciones y se sucedieron. Tiddis no debe su existencia sólo a Roma, sino a los beréberes que la ocuparon antes de los romanos, los púnicos, los cristianos y luego los musulmanes.

En la época romana, se explotó bastante la riqueza de la región, sobre todo la arcilla que ayudó a la prosperidad y a la fama de la alfalfaría de Tiddis. El comercio era tan floreciente que muchos mercados se celebraban allí, atrayendo a alfalfaros y artistas que se superaban cada cual en sus creaciones.

Tiddis es también la ciudad de los santuarios religiosos, construidos en cuevas, en lo más alto de la ciudad para sentirse más cerca del cielo y de los dioses y que las poblaciones veneraban entonces.

El paraje desprende una serenidad y una calma tal que uno se emociona y se sorprende por tanta belleza y sencillez. Uno cree que está en un gran santuario por la luz intensa que ilumina toda la ciudad y que le da un aspecto irreal y hasta mítico.

TLEMCEN

Tlemcen, perla del Magreb o ciudad del arte y de la historia, tuvo el privilegio de conservar muchas riquezas de su prestigioso pasado.

Todavía hoy, admiramos un gran número de edificios, testigos incontestables de las diferentes y sucesivas dinastías musulmanas que gobernaron el destino de Tlemcen. Sin embargo, de la época romana cuando esa perla del Magreb se hacía llamar Pomaria, que quiere decir huertas por la abundancia de ésos en la región, sólo quedan algunas losas. Éstas fueron sacadas del paraje de Agadir dónde se erigía el Minarete de la Mezquita. Se puede hasta leer inscripciones latinas que rezan:

Al Dios San Aulisva Flavus Cassianus, Prefecto de los Severianos,De los exploradores pomarienses

Pomaria fue creada al inicio de la época severiana, al mismo tiempo que Altava (Ouled Mimou, hoy) y Numérus Syrorum (Maghnia, hoy). Es lo que confirman las inscripciones descubiertas en el paraje mismo y en los cotos militares encontrados a lo largo de la Tafna sobre el eje Maghnia-Siga-Tlemcen.

Después de ser un campo militar, el cuartel se amplió para convertirse en una prestigiosa ciudad construida con todos los edificios propios a una ciudad romana. Aunque edificada por su situación geográfica estratégica, Pomaria no parece haber tenido un papel político influyente en la región, ni tan siquiera cuando protagonizaba la jefatura de una misión militar, tampoco más tarde, y menos aún bajo la ocupación vándala y bizantina, muy al contrario de la época musulmana dónde su poder político se intensificó hasta convertirse en la capital del Magreb central.

TEBESSA

Tebessa o Theveste era una antigua ciudad romana situada en Africa Porconsulario, concentrando las ciudades de Hyppone, Calama, Khemissa y Madauros. Era una ciudad militar creada para la IIIª legión en el siglo I.

Se convirtió luego en un centro de intercambios comerciales y de aprovisionamiento para los buques.

Fue una ciudad romana con sus arcos de triunfo, su templo y sus inscripciones latinas, de la época de los romanos cuando se expandió igualmente el cristianismo. La gran basílica de Theveste es una prueba incontestable de la fe de la población antigua.

Este edificio es uno de los más bellos monumentos conservados de esa época.

El arco de triunfo Caracalla es otro imponente edificio construido entre 211 y 217 d. J.C. en honor del emperador Caracalla, hijo del emperador Séptimo Severo.

El arco de triunfo es realzado por importantes inscripciones en letras latinas. Vemos también en Theveste, el templo de Minerva, construido entre 193 y 217 d. J.C. Fue destinado a una divinidad de la sabiduría y ubicado en el interior de la muralla bizantina. La ciudadela bizantina fue construida entre 535 y 538 d. J.C.. Hoy en día sólo queda la muralla defensiva que mide 280, de ancho y 320m de largo flanqueada de tres puestas.